Érase una vez un profesor de historia que un día en la clase se dedicó a la segunda guerra mundial.
Entonces, el profesor hizo una pregunta muy razonable: ¿Creéis realmente que el pueblo alemán admitía que Alemania fuese gobernada por los fascistas?
¿Cómo pudo suceder? -Se preguntaron los alumnos indignados- ¿Cómo la doctrina destinada a la aniquilación de la humanidad fuese comprendida en aquel entonces y la pusieran bajo las banderas de una nación entera?
El profesor decidió no explicarles lo ocurrido de una manera habitual, sino que quiso proponerles hacer un experimento, que comenzaría a la semana siguiente.
El lunes, el profesor les enseño a los niños el poder de la disciplina. Y después de la teoría se hizo la práctica.
Los estudiantes se acostumbran a sentarse tranquilamente en una pose, organizada fuera de la clase, los mismos sistemas hicieron con el silencio de la clase. Es decir, los estudiantes realizaron estos ?ejercicios prácticos? voluntariamente y estaban todos involucrados en el juego, bajo la supervisión del profesor.
Entonces, ¿cómo funciona el poder de la disciplina?
Martes
Los estudiantes sin ningún aviso y sin ningún tipo de presión estuvieron sentados en completo silencio y aprendieron diferentes cosas sobre el poder de la comunidad. Y el ejercicio práctico sobre la lección fue cantar la frase: ?fuerza en la disciplina, la fuerza de la comunidad?. Los estudiantes actuaron con evidente entusiasmo y gritaron constantemente y claramente esto.
Al final de la lección del maestro, este les felicitó con la palma de la mano derecha apoyándola en el hombro derecho de sus alumnos y este saludo recibió el nombre de Tercera Ola.
En los siguientes días, los estudiantes saludaron exclusivamente por este gesto.
Miércoles
El profesor repartió unas tarjetas que significaba que los alumnos eran miembros de un grupo.(Por cierto, al comenzar el experimento había un número de 30 personas, el cual ascendió a 42). Después de la presentación de las tarjetas de membresía el maestro explicó a sus alumnos sobre el poder de la acción colectiva. La idea principal de la historia es que la actividad individual es mucho más vulnerable y menos productivo que el grupo.
Al final de la lección los estudiantes recibieron dos tareas: la primera tarea era desarrollar conjuntamente el proyecto y la bandera de la Tercera hora y la segunda se trataba de convencer a 20 alumnos más de unirse a ellos.
Al final de la lección fue recogida la primera posición «soberana»:
Tenía que haber un observador para informar de los procedimientos necesarios y de las violaciones, también el régimen que se establecería, así como los casos de crítica de la Tercera Ola. El profesor nombró para este puesto a tres alumnos, pero al final de la protección voluntaria decidió añadir a otras 19 personas.
En el mismo día (en el medio del tercer día del experimento) el rabino local llamó al profesor y le explico que tres de los padres estaban perturbados por lo que estaba ocurriendo en clase, a lo que el maestro respondió que no se preocupara que solamente era un experimento. El rabino estuvo a favor de este experimento y además le informó al profesor de que se encargaría de explicarlo todo, por lo cual los padres se alarmaron más aún.
Aquellos que realizaron este experimento, empezaron a sentir la sensación de melancolía en su estómago.
Esa misma noche, el maestro recibió otro golpe: el director de la escuela, al salir de casa, ¡saludo con el gesto de la Tercera Ola! A pesar del miedo que tenía el maestro, el experimento debía continuar?
El jueves,
El profesor explicó – ya a los 80 estudiantes – el poder del orgullo. Los estudiantes anunciaron que son – parte de un programa nacional de la juventud, cuyo objetivo es el cambio político para el beneficio de la gente.
En medio de la lección, el maestro demostró otro método, que mostraba el efecto del orden:
Nombró cuatro guardias y les ordenó retirarse de una clase y encerrar en la biblioteca a tres niñas, que en los días anteriores no utilizaron el gesto establecido de bienvenida.
Lo que pidió el profesor, fue aprobado por los alumnos y por lo tanto ninguno de ellos se resistió a hacerlo. Hasta ellos mismos pensaron que al no hacerlo, las niñas merecían ese castigo.
Al mediodía del viernes?