Muchas veces no apetece actuar y la falta de ganas nos aleja de nuestra meta.
Casi siempre dejamos las cosas para luego o para mañana. La pereza es algo habitual que está constantemente tentando a nuestro ‘ser’, siendo más fuerte y más inteligente que la propia voluntad.
Para hacer frente a esto, aconsejo realizar un ejercicio con el cual poder tratar tus subpersonalidades -el hombre inferior, la mujer interior o el niño-.
Imagina tu cara en el momento que tienes que arrancar para hacer alguna cosa: si tu expresión es negativa, dejarás lo que tenías que hacer para mañana o para la semana siguiente.
No tiene sentido luchar. Lo más fácil es acudir a tu parte de subpersonalidades (el niño) y ofrecerle jugar a esta tarea durante cinco minutos.
Es muy importante que al finalizar la tarea se agradezca a la ‘subpersonita’ y dar masaje a la zona del pecho.